Debido a la cantidad de mensajes que recibí cuando hice el update de mi estado en facebook, decidí escribir estas líneas para que todos sepan que fue lo que me pasó...
Bogotá city, Marzo 29 de 2009, 7:05 p.m. Temperatura apróximada 7°...
Me disponía, junto con mi familia (léase, esposa, princesa y príncipe) a partir rumbo a mi sitio de morada, luego de una tarde de visita y delicioso almuerzo en casa de mi madre, un vehículo tipo campero de color rojo techo blanco, se estaciona frente a la casa de mi progenitora, acto seguido bajan dos personajes en notable grado de alicoramiento, hacen una llamada en un local contiguo al establecimiento de mi madre, en ese momento parquea el taxi, que anteriormente hemos pedido al servicio de taxis, detrás del vehículo mencionado anteriormente, mientras abordamos el taxi y nos damos los respectivos besos y abrazos de despedida con mi madre, uno de los borrachines hace una pirueta que solo un borracho al mando de un campero podría hacer, hace un giro inexplicable, se "trepa" el andén y va a dar directo a la puerta de la casa de mi madre, obviamente el impacto causó un estruendo que despertó hasta al celador del conjunto del frente, que placidamente dormía en su turno de guardia, al ver lo sucedido y dando gracias a Dios que ya no estábamos parados en la puerta, ni ningún niño, perro o ser vivo se encontraba en el paso de este demente. Me acerqué hasta el vehículo para que el "conductor" respondiera por el daño material que le había causado a la vivienda (puerta destruída) el personaje aun regresando de Marte no dice ni "mu" y sencillamente en un ataque digno de un criminal decide acelerar el campero, mi reacción inmediata fue tratar de sujetarlo de la camisa, (porque todos llevamos un héroe dentro) pero el maldito me agarró la mano y arrancó como alma que lleva el diablo, obviamente no me soltó de inmediato y eso produjo que por efectos de la velocidad me fuera de ñatas contra el pavimento, nuevamente gracias a Dios no fue tan grave la cosa, no hay huesos rotos ni cosas que lamentar, simplemente trauma de tejidos, sangresita por allí y por allá, algo de molestía en la movilidad de mi brazo izquierdo a la altura del hombro y tres dedos lastimados, ya no tan morados.
La denuncia ya está hecha y gracias a la colaboración de algunas personas logramos dar con el desadaptado, el cual ya está pagando por ahora, los daños materiales de la casa.
Esa es la historia, que pena hacerla tan resumida pero bueno, creo que los detalles más importantes se encuentran aquí...
Gracias por sus mensajes y sus llamadas...
Se les quiere...
1 comentario:
Hay dos versiones distintas de esta historia:
1) Que el viernes anterior, en un ataque de estrés, la supuesta víctima de esta historia gritó: "Estoy que me le boto a un carro". Y que cumplió.
2) Un respetable señor que conduce campero rojo con techo blanco denunció que ese día un borracho se le arrojó al carro.
¿A quién creerle?
Publicar un comentario